1. Diferenciación e Identidad: Apostamos por un factor de competitividad basado en la diferenciación. La riqueza de lo original frente a lo usual, lo genuino frente a lo imitado y lo puro frente a lo adulterado es lo que identifica nuestra actividad, tanto en lo que se refiere al producto como a la manera de ofrecerlo.
2. Visión de futuro: Mantenemos una actitud de proactividad hacia el entorno y los cambios que en él se producen. Las actividades de IDI deben orientar nuestras acciones para anticiparnos al futuro y responder con dinamismo a las nuevas exigencias del cliente y el mercado.
3. Valor de las personas: Sólo hay una cosa que nos hace diferentes e irrepetibles como organización comparada con otras: LAS PERSONAS. Por ello el motor de la empresa son sus recursos humanos y debe ser cuidado atendiendo a su especial naturaleza: se atenderán sus necesidades, se aprovecharán sus habilidades, se respetará su diversidad y se posibilitará su desarrollo personal y profesional para que todo el valor que de ellos emane revierta en valor para la empresa y viceversa.
4. Eficiencia: Optimizando la relación que existe entre los recursos empresariales utilizados y los resultados económicos obtenidos con ellos.
5. Calidad: Depurando los sistemas y métodos de organización y trabajo, desechando las prácticas inadecuadas o ineficientes y documentando y perfeccionando los funcionamientos apropiados.
6. Coordinación: Para que la organización funcione como un conjunto saludable y eficiente debe existir un fin común y unas pautas que permitan que cada miembro de la misma pueda actuar correctamente en la ejecución de sus funciones.